EPP necesarios ante la exposición de agentes biológicos en el ámbito sanitario

Se entiende por riesgo biológico aquel riesgo asociado con la exposición a agentes biológicos. Cuando la exposición a los agentes biológicos es debida a la actividad profesional, se habla de riesgos biológicos profesionales.

Desde este punto de vista se distinguen dos tipos de actividades:

  • Aquéllas en las que existe intención deliberada de manipular agentes biológicos, como por ejemplo en los laboratorios de diagnóstico microbiológico, el trabajo con animales deliberadamente contaminados.
  • Las industrias en cuyos procesos se utilizan estos agentes en grandes cantidades y las actividades en las que no existe la intención deliberada de manipular agentes biológicos, pero sí puede existir una exposición en un momento dado debido a la naturaleza del trabajo.

Algunas actividades en las que puede tener lugar una manipulación no deliberada de agentes biológicos son:

  • Trabajos en centros de producción de alimentos
  • Trabajos agrarios
  • Actividades en las que existe contacto con anima les o con productos de origen animal
  • Trabajos de asistencia sanitaria, comprendidos los desarrollados en servicios de aislamiento y de anatomía patológica
  • Trabajos en laboratorios clínicos, veterinarios, de diagnóstico y de investigación, con exclusión de los laboratorios de diagnóstico microbiológico
  • Trabajos en unidades de eliminación de residuos
  • Trabajos en instalaciones depuradoras de aguas residuales

Se entenderá por equipo de protección personal cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el trabajador para que le proteja de uno o varios riesgos que puedan amenazar su seguridad o su salud, así como cualquier complemento o accesorio destinado a tal fin.

Una vez evaluado el riesgo de un lugar de trabajo, se debe intentar eliminar o reducir la exposición al nivel más bajo posible con medidas de tipo colectivo, como puede ser el empleo de cabinas de seguridad biológica para todas aquellas operaciones que puedan generar aerosoles infecciosos, o espacios de confinamiento para enfermos con problemas respiratorios infecciosos.

Algunas de las enfermedades producidas por agentes biológicos y que pueden contraerse en el mundo laboral son: la brucelosis, que puede afectar a ganaderos, veterinarios y trabajadores de mataderos en contacto con animales infectados, el carbunco, que constituye un riesgo para los trabajadores que manipulan pelo, pieles, lana y derivados de animales infectados, y el tétanos en colectivos tan diversos como trabajadores del medio agropecuario, bomberos, forestales o cuidadores de parques y jardines.

Pero es en el ambiente laboral sanitario donde estas enfermedades adquieren una especial relevancia por la mayor posibilidad de contagio, como ocurre con la hepatitis B, la hepatitis C, el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), la tuberculosis y actualmente SARS-CoV-2, el virus que causa COVID-19, similar al virus de la influenza pero este tiene el potencial de causar extensos brotes.

Sin embargo, hay que destacar que la prevalencia de algunas de estas enfermedades ha disminuido drásticamente gracias al uso de eficaces medidas de prevención que pueden ser tanto de tipo físico, químico como biológico y que ahora nos encontramos combatiendo con toda las medidas necesarias de protección el COVID-19 y muy pronto podremos combatir la enfermedad con medidas biologicas.

Las medidas de protección de tipo físico son aquéllas destinadas a evitar el contacto con los agentes, sobre la base de confinamiento (cabinas de seguridad biológica) y a barreras frente al contacto dérmico o mucosas (guantes, pantallas faciales, gafas) y respiratorio (máscaras y mascarillas con filtros).

Las medidas de prevención de tipo químico hacen referencia a la utilización de desinfectantes y esterilizantes químicos, mientras que las medidas de tipo biológico contemplan la vacunación o inmunización activa.

En general, pero sobretodo en el ámbito sanitario, existe una marcada tendencia a confundir los equipos destinados a evitar la contaminación (protección del producto y del paciente) con los destinados a la protección del trabajador, usándose aquéllos como protecciones personales frente al riesgo biológico, cuando en la mayoría de situaciones no son eficaces.

En consecuencia, cuando exista riesgo biológico deberá establecerse un procedimiento de utilización del EPP que responda a una protección efectiva frente al mismo y, en su caso, compatible con el correspondiente para mantener la asepsia del material o muestra y la protección del paciente.

 

Clasificación de los EPP

Los equipos de protección personal deberán utilizarse cuando los riesgos no se puedan evitar o no puedan limitarse suficientemente por medios técnicos de protección colectiva o mediante medidas, métodos o procedimientos de organización del trabajo.

Cuando se da esta situación:

  • El empresario deberá proporcionar a sus trabajadores EPP adecuados para el desempeño de sus funciones y velar por el uso efectivo de los mismos.
  • Los trabajadores están obligados a utilizar correctamente los medios y equipos de protección facilitados por el empresario, de acuerdo con las instrucciones recibidas de éste. 

Clasificación de los EPP según la parte del cuerpo que protegen

  • Vía respiratoria: Mascarillas, máscaras
  • Cabeza, cara y ojos: Gafas, pantallas y capuces
  • Manos y brazos: Guantes y mangas
  • Tronco y abdomen: Delantal
  • Pies y piernas: Calzado y Sobrecalza
  • Protección total del cuerpo: Ropa de protección

Clasificación de los EPP frente a distintos tipos de exposición

  • Guantes: De uso general, impermeables a muestras biológicas (sangre, orina, etc.)
  • Protección ocular (gafas, viseras, pantallas, capuces, etc.): Frente a salpicaduras de sangre o líquidos corporales a la mucosa ocular o cara.
  • Mascarillas, máscaras: Protección frente a aerosoles y protección frente a salpicaduras de sangre u otros fluidos corporales a las mucosas oral, nasal y conjuntiva.
  • Utilización de batas: Ropa suplementaria frente a grandes salpicaduras de sangre o líquidos orgánicos.
  • Delantales o mandiles impermeables: Delantales impermeables en circunstancias especiales.
  • Calzados y Sobrecalza: Protección frente a salpicaduras de sangre o líquidos orgánicos.

Ahora mismo, se ha determinado como pandemia el virus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad COVID-19, lo cual representa un riesgo biológico profesional para el sector salud.

Tomando en cuenta esto, es de suma importancia y necesario que los empleadores y el personal de seguridad y salud en el trabajo desarrollen estrategias para reducir el riesgo de contagio de todo el personal, implementar las medidas básicas para prevenir infecciones y desarrollar políticas y procedimientos adecuados para manejar la enfermedad y poder brindar el servicio adecuado a todos los pacientes.

Las vías de penetración en el organismo pueden ser: respiratoria, digestiva, dérmica y conjuntiva. La combinación entre el número de microorganismos en el ambiente, la virulencia del mismo (grado de infectividad) y la resistencia del individuo determinará, en última instancia, la probabilidad de contraer la enfermedad.

Los equipo de protección personal son tan necesarios ya que son la barrera entre los trabajadores y estos microorganismos. Esta barrera reduce la probabilidad de tocar, exponerse y propagar estos microbios.

Los trabajadores de la atención sanitaria dependen del equipo de protección personal para protegerse a sí mismos y a sus pacientes y evitar infectarse o infectar a otras personas con el COVID-19.

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